Otra mañana de sábado, la
misma pasión, el mismo juego, fecha especial. La cita fuera de cualquier
campeonato tiene un condimento especial, tanto por los vehículos como por el
formato de competencia. Sabiamente fue denominada las “24 horas de Le Mans” de
APAMACO en forma extraoficial y así es. La copa “Automóvil Club Argentino” en
juego es como la Jules
Rimet, la tiene el ganador hasta la siguiente edición. Cambio
de pilotos, estrategias, entrada a boxes, solo falta la clásica “corrida” de
los pilotos en la largada, el subirse al auto y salir a cortar el viento.
La obligación de correr en
dupla y el tipo de autos hizo que fueran diez los participantes de doce
anotados. Esto no quitó que fuera una competencia reñida y con cambios de
posiciones. Algunas formaciones salieron con un plan preestablecido y otras
decidieron sobre la
marcha. Todo es válido dentro de la ley para ganar.
La clasificación determinó
que la pole quedara en poder de los cómplices (llamarlo dúo, dupla o pareja es
un insulto al resto) Fabian “Pierre Nodoyuna” Mossato y Marcelo “Patán” Lauria,
lo que es lo mismo decir Bonnie & Clyde, el Gordo Valor y la Garza Sosa, en síntesis
dos ladrones, que repitieron lo logrado en la primera edición. Detrás se
encolumnaron Jorge y Carlos Garcia con el Nissan, Daniel González y Gabriel
Cassanello y la nueva parejita, Chugo Toaldo y Sebastián Pucciarelli.
Lanzada la competencia, el
dúo de Galicia (apellido francés no tienen, eso es seguro) se adueñó de la
primera posición, tomando una ventaja clara sobre el resto. El segundo lugar
era disputado por Pierre y Patan, Daniel y Gabriel y desde el fondo se sumaban
Javi Cortijo – Petty Gabrielli (éstos dos si hacen uno… en altura) y Enrique
“il morto qui parla” Bertolo – Javier Chapo. También porfiaban José Aramburu –
Fernando Torregrosa con su Berta LR decorado como la Ferrari de SP de
principios de los 70.
Apenas transcurrida una
vuelta, comenzaron las estrategias. La mayoría de las parejas que venían en la
pelea ingresaron a los pits, salvo los gallegos y los cortos que siguieron en
pista. Lo bueno que tiene esta competencia es que no permite vislumbrar un
ganador hasta tanto no se haya cumplido con las dos paradas obligatorias. Hubo
casos curiosos como el de Aramburu/Torregrosa, que hizo su primera entrada a
boxes sin cambio de piloto, algo permitido por reglamento.
Al contrario de lo que es
usual, esta vez Patán hizo un trabajo sobrio, hubo un par de deslices
involuntarios protagonizados por Pierre, algo nervioso… y bueno, los chicos
crecen, ahora a bancársela. La dupla se afianzó en la punta una vez ordenado el
clasificador y parecía que iban a detentar la punta hasta el final, tal cual
sucedió en la primera edición. Detrás, se produjeron los retrasos de Daniel y
Gabriel y de los peladitos García, lo que provocó que Chapo-Bertolo y Cortijo-
Petty fueran los perseguidores de la dupla de facinerosos.
No obstante lo antedicho,
en la última recta antes de la llegada, se produjo el asalto a la punta por
parte de Chapo, que venía volando bajito en esa última vuelta, lo que dejo a
Pierre sin respuesta. Javier no tuvo fallos y si todos tiros certeros, lo que
lo llevó a tomar la punta aunque Pierre fuera sólido en ese sprint postrero. Lo
más dramático estuvo en el tiro del final, que en este caso, si salió, porque a
punto estuvo el McLaren de perder la línea. El podio lo completó el dúo “medio metro”
o lo que es lo mismo, Cortijo – Petty.
Ahora, a velar las armas
hasta el año que viene, los que no tuvieron buenas actuaciones se relamerán las
heridas y todos van a intentar llevarse la tan preciada Copa. Nadie regala nada
en APAMACO.
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