El segundo Gran Premio del Campeonato llevará el nombre del gran piloto Gilles Villeneuve. Este verdadero as del volante nació en Quebec, Canadá, un 18 de enero de 1950. Ya desde pequeño, comenzó a tomarle el gusto a la velocidad, iniciando su carrera deportiva como piloto de trineos a motor, especialidad de la cual fue Campeón Mundial.
En un lógico ascenso, en el año 1973 se sube a un auto de la Fómula Ford como paso previo a su desembarco en la Fórmula Atlantic de los Estados Unidos. En esta categoría se consagra campeón en 1976 y 1977, el último año en la versión canadiense.
Pero 1977 marca el destino de Gilles cuando se presenta sobre un McLaren M23 Cosworth semioficial en el GP de Inglaterra de F1, que tenía su sede en Silverstone. Debido a la gran cantidad de inscriptos (36), el día jueves previo se realiza una preclasificación entre pilotos particulares. La domina en forma brillante, en clasificación logra el noveno tiempo, llegando en carrera 11° a dos vueltas. Semejante perfomance no pasa desapercibida. Los conflictos que Niki Lauda tiene con Ferrari, hacen eclosión una vez logrado el Campeonato Mundial de F1 de 1977 y dejá el equipo en forma intempestiva, ocupando su lugar Gilles que tiene de compañero de equipo a nuestro Carlos Reutemann. Su primera carrera en Ferrari la culmina en el 12° lugar y en la siguiente es protagonista de un grave accidente junto con Ronnie Peterson (Tyrrell P34 Cosworth) donde mueren dos personas del público y varios quedan heridos.
Ya asentado en el equipo del Cavallino Rampante, en 1978 obtiene su primera victoria, como local, en el GP de Canadá. Por su estilo conductivo (diametralmente opuesto al del Lole), comienza a ser considerado como ídolo para los hinchas ferraristas, condición que aún hoy en día, subsiste.
En 1979, ya sin Lole y con Jody Scheckter como compañero, se queda con el Subcampeonato Mundial detrás del sudafricano, cumpliendo el papel de escudero en las últimas fechas, tal cual se había estipulado de acuerdo al puntaje que tenía cada uno pasado el GP de Holanda. En esta temporada es recordado por su duelo épico con René Arnoux (Renault RS10) en el GP de Francia (Dijon Prenois) y por la vuelta en llanta que dió en el GP de Holanda (Zaandvoort) a una velocidad increible.
El año 1980 fue aciago para los dos pilotos. Del 1-2 del año anterior, pasaron a los últimos puestos sin escala. La 312T5 fue un fiasco y los pilotos no pudieron hacer gran cosa para hacerla funcionar. Jody Scheckter, incluso, quedó fuera de clasificación en el GP de Canadá, y sumaron apenas 8 puntos en la Copa de Constructores (6, Gilles y 2, Jody). Al termino del año, Ferrari incorpora al frances Didier Pironi ante el retiro del sudafricano.
La temporada 1981 no fue muy buena, pero dejó en el recuerdo dos victorias de Gilles, en condiciones particulares. La primera, ganando en Mónaco, cuando se decía que era un circuito que no favorecía a los motores turbo, y la segunda en España, donde tuvo distintas persecuciones en toda la carrera, pero nadie pudo superarlo, llegando en tren, Gilles, Laffite, Watson, Lole y De Angelis. Otro recuerdo es el haber finalizado el GP de Canadá bajo la lluvia en tercer lugar con el alerón delantero doblado hacia arriba.
Llegamos a 1982, donde las Ferrari iniciaban el Campeonato como favoritas. En las tres primeras carreras no hacen honor a tal condición. Así llegamos al GP de San Marino, donde por el famoso conflicto FISA-FOCA, se hacen presentes solo 7 equipos. La carrera fue fue dominada hasta mediar la misma por Rene Arnoux (Renault) hasta que Gilles lo pudo superar, dándose lucha entre ellos y Pironi. La deserción de Arnoux en la vuelta 44, dejó a ambos pilotos de Ferrari en punta, la cual fueron alternando, hasta que entrada la última vuelta, con el canadiense adelante y la orden de conservar posiciones, el francés le arrebata el primer lugar. La cara de Villeneuve en el podio hablaba por si misma, y se puede suponer que ésto fue el prludio de lo que iba a suceder 13 días después.
El hecho anterior enfrió las relaciones entre los dos pilotos, con lo cual salieron a clasificar en Zolder (Bélgica) a todo o nada. Desgraciadamente, no terminó bien. Gilles venía lanzado para hacer una vuelta rápida cuando llega a la chicana Kleine. Por allí, iba transitando a baja velocidad Jochen Mass (March). Este se corre de la línea de marcha pero no puede evitar que el canadiense, monte su rueda delantera izquierda sobre la trasera derecha del March. Allí, comienza la última pirueta de Gilles, ya que la Ferrari lo despide contra las defensas, provocándole graves heridas, que determinarían su muerte. Quizás, era la forma de un final anunciado.
No fue campeón mundial, ganó solo seis carreras, pero su estilo hizo que fuera inolvidable aún hoy en día
TRAZADO A UTILIZAR EN EL G.P.
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